Recuerdo una buena anécdota de hace casi 10 años en una de las marcas de moda textil
joven donde trabaja como responsable de arquitectura.
En el momento de haber sido aprobado el diseño del nuevo concepto de tienda, nuestro director nos planteó cómo podríamos mejorar la experiencia de compra. Se deseaba dar un valor diferenciador, generar tráfico de clientes y conseguir fidelizar de manera diferente.
En el momento de haber sido aprobado el diseño del nuevo concepto de tienda, nuestro director nos planteó cómo podríamos mejorar la experiencia de compra. Se deseaba dar un valor diferenciador, generar tráfico de clientes y conseguir fidelizar de manera diferente.
Después de un “brainstorming” interno, llegamos a concretar una serie
de ideas algo innovadoras y rompedoras en aquel entonces:
-
Conexión WIFI gratuita (comenzaba la era de las
conexiones sin cable).
-
Poder escuchar buena música y descargártela en
un CD.
-
Acceder a las colecciones en pantallas(la opción
táctil no existía entonces).
-
Probadores de ropa unisex(rompiendo tabúes).
¿Qué pasó entonces? Las tiendas se diseñaron como estaba
establecido y se abrieron al público en la fecha planificada, pero todo lo que
se decidió para mejorar la Experiencia de Compra no pudo ser ejecutado, quizás por miedo, quizás por riesgo comercial…
Desde el departamento jurídico y el de informática no
validaron ni las conexiones WIFI, ni las descargas de música por temas legales
de aquel momento. Y ahora pensareis, ¿verdad que no te imaginas un lugar donde
no haya WIFI “gratis” para los clientes?, ¿y que no puedas conectarte vía online
y descargar o saber el grupo que está sonando en ese momento?
Por otro lado, el poder acceder a las colecciones de la marca vía pantallas
de audiovisuales en aquel momento era costoso y quizás no llamaba tanto la
atención, pero actualmente no sería nada extraño poder conectarte con una “tablet” de
la tienda o la tuya propia para analizar las colecciones o hacer tus pedidos de
producto aunque en ese momento no esté en dicha tienda y posteriormente puedas
pasar a recogerlo.
Evidentemente lo de los probadores unisex se nos tildó al
equipo de trabajo de proponer ideas inmorales. Quizás en este apartado podrían
tener parte de razón, pero al final no dejaba de ser una experiencia de compra
diferente.
Para resumir este post, tan solo quería haceros reflexionar
que al acto de ir a comprar, ó shopping si queremos ser más cool en la definición, se ha convertido
en un tipo de experiencia vital (dicen que incluso es terapéutico).
Por tanto
si deseamos que la gente venga a nuestro comercio y que se lleve una
experiencia distinta debemos arriesgar e innovar en nuestra propuesta comercial
(ya no vale solo logo+tienda+producto+escaparate),
pensemos en mejorar algunos detalles dentro de nuestro negocio como:
-
La música.
-
Los aromas.
-
La iluminación.
-
La zona de descanso.
-
Las nuevas tecnologías.
-
O la propia vestimenta del equipo de ventas.
¡PONTE EN MARCHA!
Muchas gracias por seguirnos.
El equipo de Huuun®